quinta-feira, 12 de março de 2009

Artigas es para todos un personaje fascinante y atrapante.

Caudillo vilipendiado y endiosado; todo ello dependiendo de las épocas, de las tendencias políticas de turno y con qué intereses se refieran a él.

Casi todos ellos en algún momento, han querido abrevar de sus acciones y asumir su representación, basándose en sesudos análisis y profundas cavilaciones filosóficas, políticas y religiosas, que han llevado al héroe a transformarse en un bronce frió materializado en la Plaza Independencia majestuoso pero algo alejado del excepcional ser humano tan receptivo a los problemas de los desprotegidos, que sin duda fue.

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